-Aquí te esperaba jinete del viento:
Te vi galopando los días,
masticando la piedra de tu furia callada.
te ví tendido, desnudo, escondido,
ví a tu espíritu sediento junto al arroyo seco
y perecí contigo en las ruinas del templo.
Y todo el tiempo me preguntabas;
-¿Dónde estamos?-
Querías saber y no me oías.
Yo soplaba para impulsarte y arremolinarte,
soplaba para que no te quedes dormido dentro de los nidos,
siempre soplando estuve para que regrese conmigo.
¿Cuántas veces sople para ahuyentar el tedio?
¿Cuántas veces, para quitar el ruido?
Jinete de los siglos, precioso caballero,
aún recuerdo el día en que pintaste tu cara con barro
y bailaste la danza del niño guerrero.
Preguntando, siempre preguntando; ¿Dónde estamos?
Recuerdo el día en que te encontraste con otros;
allí las mujeres con panes y peces,
allí los hombres con áncoras de vino,
allí los niños trepados en las copas de los árboles.
Entonces, te limpiaste en un arroyo de flujo ligero,
aplacaste tu sed, tu hambre y dormiste un largo sueño,
pero antes; ¿Dónde estamos?- Preguntaste junto a todos.
Llegado el momento, comencé a soplar de nuevo,
a zumbar parejo, constante y lento.
Fui creciendo por todo tu cuerpo;
hasta que explotó en tu pecho un trueno solar,
No sin estremecerme te vi escupiendo el rayo violento,
Ahora estas conmigo en esta noche de silencio.
Aquí tendidos, los dos, sin saber adónde estamos.
Y aquí te digo:
-Vamos ahora, jinete de los días, regresa a tus zapatos,
que aún te queda un rato de aquello a lo que le llamas tiempo.
Cabalga, ahora.
Atravesando la dicha y los bostezos, la camisa y el documento.
Cabalga la risa, el calendario, el llanto y los honorarios,
las llaves de la casa y la boleta del gas,
Cabalga cada llaga y las guirnaldas de la navidad,
Atraviesa las dudas, las ganas de soplar y disolver.
Cabalga lo incierto
Vamos. Cabalga ahora, que te espero de nuevo.
3 comentarios:
celebro las travesías épicas del atardecer.
Un abrazo
F
Gracias loco! por galopar siempre cerca.
E
hasta que explotó en tu pecho un trueno solar,
No sin estremecerme te vi escupiendo el rayo violento,
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